- Dos pechugas de pollo grandes
- 1 cebolleta
- 1 cucharada grande harina
- 1/4 de vaso de miel
- 3/4 de vaso de leche
- 1/2 vaso de agua
- Sal
Ponemos un fondo de aceite en una olla y doramos las pechugas de pollo, previamente salpimentadas, hasta que estén bien marcadas por todos lados. Las retiramos de la olla y reservamos.
En esa misma cazuela, y con el mismo aceite, ponemos a pochar la cebolleta muy picada. Cuando ha cogido color incorporamos la harina y removemos constantemente un minuto para que no se nos pegue al fondo. A continuación añadimos un vaso con la leche y la miel juntas e introducimos de nuevo el pollo.
Removemos toda la mezcla y por último echamos el agua, y dejamos que cueza todo hasta que la salsa quede densa y el pollo se termine de hacer. Emplatamos añadiendo por encima un poco de perejil fresco picado.
[Si quisiésemos utilizar otra parte del pollo con hueso, tendríamos que añadir un poco más de agua para dejarlo cocer algo más de tiempo y que se haga bien por dentro]
En esa misma cazuela, y con el mismo aceite, ponemos a pochar la cebolleta muy picada. Cuando ha cogido color incorporamos la harina y removemos constantemente un minuto para que no se nos pegue al fondo. A continuación añadimos un vaso con la leche y la miel juntas e introducimos de nuevo el pollo.
Removemos toda la mezcla y por último echamos el agua, y dejamos que cueza todo hasta que la salsa quede densa y el pollo se termine de hacer. Emplatamos añadiendo por encima un poco de perejil fresco picado.
[Si quisiésemos utilizar otra parte del pollo con hueso, tendríamos que añadir un poco más de agua para dejarlo cocer algo más de tiempo y que se haga bien por dentro]
¡ Buen provecho !
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