Ingredientes:
- 3 patatas grandes
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de perejil picado
- 1 cebolleta pequeña
- 1 cucharada de harina
- 2 vasos de caldo (de verduras)
- 1 vaso de agua
- Harina y huevo batido para rebozar
[Lo primero es aclarar que esta versión de patatas a la importancia es la tradicional, sin incluir variantes como vino o leche que se utiliza en recetas similares. En esta ocasión intenté hacer la receta de la forma más simple posible y el resultado ha sido muy recomendable.]
Empezamos cortando las patatas en rodajas ligeramente gruesas y las pasamos por harina y huevo batido. Freímos en abundante aceite caliente hasta que cojan algo de color por fuera, y reservamos. No hace falta que la patata quede frita ya que luego terminará de hacerse.
Por otra parte en un mortero machacamos un poco los dientes de ajo bien picados, junto a la sal, el perejil picado y al pimentón. Reservamos.
En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite de oliva y pochamos la cebolleta cortada fina. Cuando empieza a coger color, bajamos el fuego y añadimos una cucharada rasa de harina. Removemos constantemente un par de minutos, y a continuación añadimos la mezcla que teníamos en el mortero. Removemos unos pocos segundos y separamos del fuego para que el pimentón no se queme.
Para finalizar ponemos las patatas en una cazuela amplia, echamos por encima el contenido de la sartén y vertemos por encima, todo el caldo y el agua. Comprobamos de sal, y dejamos que cueza todo unos 15 minutos, aunque lo mejor es comprobar las patatas pinchándolas para saber si están listas.
Emplatamos poniendo unas patatas en un recipiente de barro y echando sobre ellas una poca de la salsa que nos ha quedado.
¡ Buen provecho !
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