Para el acompañamiento haremos una mamaliga, y para echar por encima del pescado, machacaremos un poco de ajo, aceite y sal en el mortero (un ali oli a la manera tradicional es igual de válido).
Como decía antes, una de las principales diferencias es el rebozado donde no utilizaremos harina, huevo y pan rallado, sino que sólo utilizaremos harina de maíz refinada (la misma con la que se hace la mamaliga) y sólo eso, ya que se fija muy bien y al ser más gruesa, a la hora de comerla se nota la textura como si fuese pan rallado pero con un sabor distinto.
En esta ocasión la cocinera ha sido Simona, que ha usado unas rodajas de merluza, pero podemos usar cualquier tipo de pescado que nos guste.
Pofta buna !
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