Estas albóndigas que pongo hoy las he improvisado con cosas que tenía por la cocina, así que si alguien quiere cambiar algún ingrediente no hay problema, porque hay mil y una maneras de hacer albóndigas, y a cada uno nos gustan de una forma. A mí particularmente me gusta que queden bastante blandas pero si las preferís un poco más duras sólo tenemos que añadirles más pan rallado.
Para hacer las albóndigas ponemos en un bol 400 gramos de carne picada mixta (ternera y cerdo), dos huevos, una poca de sal, dos cucharaditas de perejil picado, dos cucharaditas de ajo molido y dos rebanadas de pan humedecidas. [Las rebanadas podemos remojarlas en leche o agua, aunque recomiendo lo primero, y usaremos el centro de la rebanada, quitando los bordes. Una vez las remojemos escurriremos el exceso de líquido antes de incorporarlas]
Mezclamos todos los ingredientes hasta que quede una masa donde estén integrados todos los ingredientes. A continuación, con la ayuda de una cuchara, hacemos bolas de un tamaño similar y las pasamos por harina. Freímos en abundante aceite hasta que estén bien doradas, pasamos por papel absorbente para eliminar los restos de aceite y reservamos.
Para la salsa empezamos picando una cebolleta y tres dientes de ajo y la ponemos a pochar en una sartén con un poco de aceite, una pizca de sal y una hoja de laurel. Cuando han cogido color añadimos una cucharadita de harina y la cocinamos durante un minuto junto al resto de ingredientes. A continuación añadimos medio vaso de vino blanco y las albóndigas que teníamos reservadas.
Dejamos que reduzca el vino y cuando esto suceda incorporamos un vaso de caldo de pollo o carne y dejamos que todo se vaya cocinando durante 5 minutos. Por último echamos un poco de colorante alimenticio y un puñado de guisantes cocidos y dejamos que el plato se termine de cocinar. Estará listo cuando veamos que la salsa ha reducido (5-10 minutos).
¡ Buen provecho !
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