Los champiñones reducen su volumen bastante al cocinarlos de esta manera, así que hay que tener en cuenta esto para calcular la cantidad que vamos a usar. Una bandeja de las que venden en el supermercado deberían de llegar para 1 o 2 personas.
Lo primero que hay que hacer es lavar bien los champiñones ya que suelen traer algo de tierra y después laminarlos, si están enteros.
Por otra parte, en un mortero, echamos 3 dientes de ajo y un poco de perejil bien picados. Añadimos un chorro de aceite de oliva y una poca de sal y hacemos un majado. [No es necesario machacar mucho los ajos en el mortero, sólo aplastarlos un poco y mezclar bien los ingredientes]
En una sartén con un chorro de aceite hacemos los champiñones a fuego medio y removemos de vez en cuando para que vayan soltando el agua y cocinándose por igual. Cuando ya han cogido un poco de color, vaciamos el agua que hayan soltado y añadimos el majado.
Subimos un poco el fuego y desmenuzamos por encima una pastilla de caldo (de la variedad que más os guste). Vamos removiendo de vez en cuando para que se mezclen bien los ingredientes y se terminen de cocinar.
Este plato es un entrante, aunque si queremos convertirlo en un plato más consistente podemos acompañar los champiñones con un puré de patatas.
¡ Buen provecho !
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